PARA GANAR UN PARTIDO ES NECESARIO SER INTELIGENTE Y TENER DINAMICA.
Bueno ayer los capulinas del Puebla perdieron por no ser inteligentes, yo lo dije ahora que va a decir el señor Henaine , pues no dijo nada y se la trago completita hasta ahora creo que el cree que sin Lozano el azul pierde varias cosas, pero tambien se le olvido que hay banca que esta Lugo, Villaluz, hernandez y hasta si quieren en el ultimo caso esta Nuñez.
Siempre lo he dicho es bien fácil abrir el hocico, bueno el lo abrió y no se demostró nada mas que el corazón pero en eso con el corazón no se gana y vaya si lo sabrá el azul en liguillas anteriores o para ser precisos en finales anteriores.
Haber ahora quien nos toca , los medios como siempre hacen grande las cosas por no tener los resultados o algo que ellos esperan el caso claro es que mencionan una y otra vez que Villa no metió ninguno de los 7 goles que metió la maquina pero prefiero que el equipo meta goles y goles de diferentes jugadores a ser dependientes de Villa.
Espero que esta sea la buena y por fin podamos ganar nuestra novena estrella.
Y para los aficionados del América pues que les puedo decir que mas claro no se puede ser Cabañas y Cia. le van a tender la cama a Jesús Ramirez esa película y se vio antes.
domingo, 29 de noviembre de 2009
miércoles, 25 de noviembre de 2009
Oh y ahora quien podra ayudarnos?
Es increíble la la manera en como se manejan los directivos del fútbol mexicano me refiero en especifico a los dirigentes del Puebla FC exigen que los jugadores de la maquina Jaime Lozano y Melvin Brown sean sancionados por las diferentes acciones de estos jugadores.
Si se trata de eso el fútbol estaría practicamente desiertos pues en cada tiro de esquina hay jaloneos , llaves de lucha libre y todo eso.
Si a esas vamos entonces que al jugador Nicolás Olivera también lo suspendan por jugarle tan sucio en una entrada al propio Lozano.
Total no me gana el corazón de irle a la maquina pero vamos a ponernos un ejemplo hipotético
Lozano y Brown son sancionados no juegan el partido y el Azul gana y por goleada, ahora a quien le vana a echar la culpa los camotes amargos de los dirigentes?
O en otro caso gana el puebla gran cosa y pasa y a lo mejor hasta campeones salen van a decir que es gracias a la suspension de Lozano y Brown?
Repito no es por irle a mi maquina pero x hombres el azul es superior pero ya lo dijo Lozano " HAY QUE HABLAR EN LA CANCHA" si nos ganan bien y si pierden que no lloren fuera de la cancha lo que dentro de ella no supieron ganar.
he dicho.
Si se trata de eso el fútbol estaría practicamente desiertos pues en cada tiro de esquina hay jaloneos , llaves de lucha libre y todo eso.
Si a esas vamos entonces que al jugador Nicolás Olivera también lo suspendan por jugarle tan sucio en una entrada al propio Lozano.
Total no me gana el corazón de irle a la maquina pero vamos a ponernos un ejemplo hipotético
Lozano y Brown son sancionados no juegan el partido y el Azul gana y por goleada, ahora a quien le vana a echar la culpa los camotes amargos de los dirigentes?
O en otro caso gana el puebla gran cosa y pasa y a lo mejor hasta campeones salen van a decir que es gracias a la suspension de Lozano y Brown?
Repito no es por irle a mi maquina pero x hombres el azul es superior pero ya lo dijo Lozano " HAY QUE HABLAR EN LA CANCHA" si nos ganan bien y si pierden que no lloren fuera de la cancha lo que dentro de ella no supieron ganar.
he dicho.
lunes, 23 de noviembre de 2009
Fe de Erratas
Freddie Mercury, Brian May, Roger Taylor y John Deacon
Dato curioso anecdótico y genial al menos para mi en el año de 2005 justamente el 24 de noviembre día del aniversario luctuoso de Mercury, nacía en la ciudad de México una linda mujercita de Nombre Lourdes Tapia, ferviente admiradora de QUEEN y de la canción WE WILL ROCK YOU.
FELICIDADES JAPONESA
Freddie El Rey de QUEEN
Freddie Mercury, "Rey de Queen"
Se cumplen 18 años de su fallecimiento
Habían pasado apenas 24 horas desde que el mundo se sacudió con la noticia de que 'el Rey de Queen' padecía una de las más temidas enfermedades, cuando la muerte lo alcanzó. Una vez más, como cada una de las veces que cantó, la tierra tembló por él, por su voz -que se apagaba- y su contribución a la música.
Freddie, nacido bajo el nombre de Farrokh Bommi Bulsara, vio la luz por vez primera el 5 de septiembre de 1946, en la isla de Zanzíbar, Tanzania.
Con apenas 12 años, Freddie dio el primer paso en la construcción de su leyenda, cuando al lado de Derrick Branche, Bruce Murray, Farang Iraní y Victory Rena, formó el grupo The Hectics, que amenizaba bailes y fiestas escolares.
Seis años después, el joven músico se estableció en Isleworth, Inglaterra; ahí comenzó su formación como diseñador y artista plástico en el Colegio de Arte Ealing, donde conoció a Tim Staffell, quien lo involucró con la que terminaría siendo su banda, los Smile, integrada por Tim, Brian May y Roger Taylor.
Fue por esta época, cuando Freddie comenzó a experimentar en la composición, y formó un grupo con el mismo Staffell, Nigel Foster y Chris Smith, quienes se impresionaron con la capacidad de Mercury para mezclar ritmos en una sola canción, y con su impresionante voz.
En el verano de 1969, se integró a la banda londinense The Ibex, formada por Mike Bersin, John Tupp Taylor, Mick Miffer Smith y Geoff Higgins, con quienes actuó por primera vez en agosto de ese año, en el Queen Park de Bolton.
No obstante el entusiasmo de Mercury, la banda se desintegró en octubre siguiente. Apenas unas semanas después, el destino tocó en la puerta de Freddie, cuando la banda Sour Milk Sea publicó un anuncio en el periódico Melody Maker, solicitando vocalista.
Así, al lado de Chris Chesney, Paul Milne, Jeremy Rubber y Rob Tyrell, Freddie desarrolló su sello personal: una combinación de actitudes teatrales, operísticas y musicales que llevó a su máxima expresión en Queen, y que le valieron el reconocimiento del público, la crítica y el gremio artístico.
A principios de 1970, Sour Milk se disolvió, dejando a Freddie en medio de uno de los periodos más prolíficos de su composición. Casi al mismo tiempo, los Smile sufrieron la pérdida de su cantante principal, Tim Staffell, quien propuso a Mercury para ocupar su sitio, sin imaginar que ese sería el inicio de una leyenda musical: Queen.
Aprovechando sus conocimientos y habilidades artísticas, Freddie diseñó el logo de la banda, usando como inspiración los signos zodiacales de los miembros: dos leones, por Roger Waters y John Deacon (último en integrarse al grupo, en 1971); un cangrejo, por Brian May, y dos hadas, por él mismo.
Ocho años después, Queen era considerado uno de los grupos más influyentes y exitosos, por lo que su líder fue invitado a participar en una función especial del Royal Ballet, en la que interpretó Bohemian Rhapsody y Crazy Little Thing Called Love, acompañado por la orquesta filarmónica de Londres.
Para 1983, los demás integrantes de Queen decidieron tomar un descanso de las giras, lo que permitió que Freddie realizara uno de sus proyectos más anhelados: la grabación de un álbum en solitario, cuyo primer sencillo, Love Kills (compuesto para la película Metrópolis) fue lanzado en septiembre de 1984.
Fue por esa misma época, cuando el músico se enamoró de la ópera y eligió a la soprano española Monserrat Caballé como musa. Para ella, a quien consideró "la voz más bella del mundo", escribió la canción Barcelona, que se estrenó en 1987 en el Convent Garden londinense, y que en 1992 se convirtió en el himno de los Juegos Olímpicos realizados en esa ciudad.
En 1986, Queen realizó su última gira, el Magic Tour, que recorrió Europa por dos meses, y que significó la despedida de Mercury de los escenarios, al lado de sus compañeros. El 4 de abril del año siguiente, Freddie dijo adiós definitivo al público en el Dominion Theatre, en el que cantó como parte del musical de caridad, Time.
Tras esto, Freddie se recluyó en su casa de Londres, donde siguió escribiendo, en espera del lanzamiento de un nuevo disco. Ahí, en 1989, recibió la noticia de que había dado positivo en los exámenes de Sida.
Tras esto, Mercury abrió una nueva fase de composición, en la que el sufrimiento, la búsqueda de sí mismo, la lucha de cada día por sobrevivir, la fe y la determinación, tuvieron un papel importante.
Consciente de que moriría pronto, Freddie se esforzó cada día por continuar ofreciendo un espectáculo de calidad, pese a que sabía que cada interpretación mermaba su salud. Debilitado por el uso de antiretrovirales, analgésicos y morfina (a la que era alérgico, pero aun así seguía utilizando), grabó algunas composiciones para Queen... una de ellas, la última, The show must go on (El show debe continuar), se convirtió en un himno de fortaleza para los enfermos, especialmente después de que se supo que su grabación se tomó tres semanas, pues cada nota alta hacía sangrar la garganta del cantante, lo que retrasaba el proceso.
El 23 de noviembre de 1991, un año después de su última aparición en público -en los Brit Awards-, Freddie estremeció al mundo una vez más, como cada vez que su voz surcó el espacio, al hacer el anuncio de su enfermedad.
Apenas 24 horas después, la mañana del 24, luego de una larga y lenta agonía, su voz se apagó para siempre a causa de una bronconeumonía, en su casa de Garden Lodge, Londres.
Cuando se conoció la noticia, fanáticos de todo el mundo se movilizaron para llorar la muerte de 'El Rey de Queen'; no obstante, siguiendo su última voluntad, pronto iniciaron una campaña de concienciación sobre la enfermedad, que entonces padecían 10 millones de personas que hoy, han muerto.
Freddie, nacido bajo el nombre de Farrokh Bommi Bulsara, vio la luz por vez primera el 5 de septiembre de 1946, en la isla de Zanzíbar, Tanzania.
Con apenas 12 años, Freddie dio el primer paso en la construcción de su leyenda, cuando al lado de Derrick Branche, Bruce Murray, Farang Iraní y Victory Rena, formó el grupo The Hectics, que amenizaba bailes y fiestas escolares.
Seis años después, el joven músico se estableció en Isleworth, Inglaterra; ahí comenzó su formación como diseñador y artista plástico en el Colegio de Arte Ealing, donde conoció a Tim Staffell, quien lo involucró con la que terminaría siendo su banda, los Smile, integrada por Tim, Brian May y Roger Taylor.
Fue por esta época, cuando Freddie comenzó a experimentar en la composición, y formó un grupo con el mismo Staffell, Nigel Foster y Chris Smith, quienes se impresionaron con la capacidad de Mercury para mezclar ritmos en una sola canción, y con su impresionante voz.
En el verano de 1969, se integró a la banda londinense The Ibex, formada por Mike Bersin, John Tupp Taylor, Mick Miffer Smith y Geoff Higgins, con quienes actuó por primera vez en agosto de ese año, en el Queen Park de Bolton.
No obstante el entusiasmo de Mercury, la banda se desintegró en octubre siguiente. Apenas unas semanas después, el destino tocó en la puerta de Freddie, cuando la banda Sour Milk Sea publicó un anuncio en el periódico Melody Maker, solicitando vocalista.
Así, al lado de Chris Chesney, Paul Milne, Jeremy Rubber y Rob Tyrell, Freddie desarrolló su sello personal: una combinación de actitudes teatrales, operísticas y musicales que llevó a su máxima expresión en Queen, y que le valieron el reconocimiento del público, la crítica y el gremio artístico.
A principios de 1970, Sour Milk se disolvió, dejando a Freddie en medio de uno de los periodos más prolíficos de su composición. Casi al mismo tiempo, los Smile sufrieron la pérdida de su cantante principal, Tim Staffell, quien propuso a Mercury para ocupar su sitio, sin imaginar que ese sería el inicio de una leyenda musical: Queen.
Aprovechando sus conocimientos y habilidades artísticas, Freddie diseñó el logo de la banda, usando como inspiración los signos zodiacales de los miembros: dos leones, por Roger Waters y John Deacon (último en integrarse al grupo, en 1971); un cangrejo, por Brian May, y dos hadas, por él mismo.
Ocho años después, Queen era considerado uno de los grupos más influyentes y exitosos, por lo que su líder fue invitado a participar en una función especial del Royal Ballet, en la que interpretó Bohemian Rhapsody y Crazy Little Thing Called Love, acompañado por la orquesta filarmónica de Londres.
Para 1983, los demás integrantes de Queen decidieron tomar un descanso de las giras, lo que permitió que Freddie realizara uno de sus proyectos más anhelados: la grabación de un álbum en solitario, cuyo primer sencillo, Love Kills (compuesto para la película Metrópolis) fue lanzado en septiembre de 1984.
Fue por esa misma época, cuando el músico se enamoró de la ópera y eligió a la soprano española Monserrat Caballé como musa. Para ella, a quien consideró "la voz más bella del mundo", escribió la canción Barcelona, que se estrenó en 1987 en el Convent Garden londinense, y que en 1992 se convirtió en el himno de los Juegos Olímpicos realizados en esa ciudad.
En 1986, Queen realizó su última gira, el Magic Tour, que recorrió Europa por dos meses, y que significó la despedida de Mercury de los escenarios, al lado de sus compañeros. El 4 de abril del año siguiente, Freddie dijo adiós definitivo al público en el Dominion Theatre, en el que cantó como parte del musical de caridad, Time.
Tras esto, Freddie se recluyó en su casa de Londres, donde siguió escribiendo, en espera del lanzamiento de un nuevo disco. Ahí, en 1989, recibió la noticia de que había dado positivo en los exámenes de Sida.
Tras esto, Mercury abrió una nueva fase de composición, en la que el sufrimiento, la búsqueda de sí mismo, la lucha de cada día por sobrevivir, la fe y la determinación, tuvieron un papel importante.
Consciente de que moriría pronto, Freddie se esforzó cada día por continuar ofreciendo un espectáculo de calidad, pese a que sabía que cada interpretación mermaba su salud. Debilitado por el uso de antiretrovirales, analgésicos y morfina (a la que era alérgico, pero aun así seguía utilizando), grabó algunas composiciones para Queen... una de ellas, la última, The show must go on (El show debe continuar), se convirtió en un himno de fortaleza para los enfermos, especialmente después de que se supo que su grabación se tomó tres semanas, pues cada nota alta hacía sangrar la garganta del cantante, lo que retrasaba el proceso.
El 23 de noviembre de 1991, un año después de su última aparición en público -en los Brit Awards-, Freddie estremeció al mundo una vez más, como cada vez que su voz surcó el espacio, al hacer el anuncio de su enfermedad.
Apenas 24 horas después, la mañana del 24, luego de una larga y lenta agonía, su voz se apagó para siempre a causa de una bronconeumonía, en su casa de Garden Lodge, Londres.
Cuando se conoció la noticia, fanáticos de todo el mundo se movilizaron para llorar la muerte de 'El Rey de Queen'; no obstante, siguiendo su última voluntad, pronto iniciaron una campaña de concienciación sobre la enfermedad, que entonces padecían 10 millones de personas que hoy, han muerto.
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