martes, 6 de octubre de 2009

Munich


Esta película dirigida por Steven Spielberg muestra la cara digamos del lado judío acerca de los atentados citados en los juegos olimpicos de Munich 1972 cuando un grupo terrorista palestino conocido como Septiembre Negro secuestra y mata a 11 atletas israelíes y esto practicamente se ve en todo el mundo.
Debido a este suceso es que la primer ministro de Israel Golda Meir llama a Avner un gran espía del Mossad (forma abreviada de Hamosad Lemodi'ín Uletafkidim Meyujadim; hebreo הַמוֹסָד לְמוֹדִיעִין וּלְתַפְקִידִים מְיֻחָדִים, "Instituto Central de Operaciones y Estrategias Especiales") que es el encargado de juntar a un equipo para matar a los autores intelectuales del grupo Septiembre Negro.

A mi opinión esta película es muy buena si fuera por ponerle estrellas se lleva 4 por las siguientes razones.
  • Los asesinatos de la mayoría de los intelectuales son demasiado fáciles
  • Practicamente cada asesinato tiene un dejo de dramatismo ya sea porque hay inocentes o porque no se la mosca que debería volar en el 3er párrafo vuela en el 5to
  • Todas y cada una de las bombas excepto una son de hechas en tepito o sea son malisimas y según el encargado son de la segunda guerra mundial (que acaso israel no pudo invertir mas o en este caso Louis el espia que ayuda a Avner)
Tristemente este película te deja un mensaje de desesperanza en lugar de que te sientas bien porque israel y el Mossad hicieron su chamba al darle cran a estos hijos de su.... terminas por darle la razón a Avner cuando dice que siempre habrá alguien mas abajo de los responsables de septiembre negro osea queda en las mismas.

Excelentes actuaciones de Daniel Craig, Eric Bana y varios mas , muy recomendable para un buen fin , saludos.

1 comentario:

Joel Meza dijo...

Desesperanza en que las cosas mejoren, empezando por cómo Israel se ve ante los demás y cómo sus problemas no se solucionarán pronto ni fácilmente, una de las cosas que Spielberg quiso mostrar y por lo que se ganó la enemistad de muchos judíos.
Sobre los asesinatos, la forma en que Spielberg va mostrándolos, más fríos y calculados a medida que avanza la película (por ejemplo, el bombazo en el teléfono antes de que salga la niña, altamemente dramático cinematográficamente hablando, contrasta con el de la espía asesina, simplemente muestra en un encuadre inmóvil, cómo le meten los balazos sin pensarlo dos veces) sirve para mostrar el cambio interno de Avner. De ser un creyente apasionado en la causa israelí, termina cuestionando esa causa y la inutilidad de sus acciones.